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sábado, 8 de julio de 2017

Wicca, la brujería moderna

Por G_nkerbell

La hechicería es un detalle normal de la ficción mundana desde que somos pequeños, cuando leemos cuentos en los que aparece la bruja mala que se lleva a los niños montada en una escoba voladora. Pero no obstante, desde el siglo XX comenzaron a surgir religiones neopaganas que usan la magia para la protección, según han explicado sus miembros, y que ya hoy en día aceptan integrantes de cualquier sexo. La Wicca es una de estas religiones instaurada en 1954 y también conocida comúnmente como hechicería, sus adeptos se llaman wiccanos. El símbolo más importante para los wiccanos es el Pentagrama o estrella de cinco puntas, una insignia del Paganismo que tiene diversos significados, los cuales erróneamente se asocian con los diabólico. 

Bruja, hechicero, son palabras que usualmente oímos, incluso desde nuestra más temprana infancia, personajes destinados a casi siempre a asustar y utilizados primero en la literatura y luego en le cine y la televisión, para crear normalmente historias de ficción con el objetivo de asustar y crear villanos que podían utilizar la magia para sus acciones. Pero no todo en la historia de las brujas es meramente fantasía y personajes tan representativos como las Brujas de Salem no son tan míticos como parece.

La brujería ha existido desde tiempos remotos como una forma de religión, casi siempre regida por mujeres, llamadas sacerdotisas y cuya figura principal era conocida como la Diosa Madre. Se dice que eran respetadas y temidas por sus labores, pues utilizaban encantamientos y rituales poco entendibles y también se aprovechaban del temro y las supersticiones para llevar sus creencias. En otras épocas en la antigüedad, los caminos oscuros en la noche eran temidos, pues muchos pobladores creían que estaban llenos de aparecidos y que eran recorridos por brujas. La magia había adquirido mala fama incluso varias culturas antes de la era cristiana.

Después, ya instaurado el cristianismo, se comenzó a propagar que las brujas eran amantes de Satán y que utilizaban sus poderes para secuestrar niños y propagar plagas. La supersticiosa Edad Media trajo consigo la creación de una Santa Inquisición que persiguió a miles de mujeres que eran juzgadas como brujas por cualquier crimen cometido, incluido el adulterio, la prostitución y el dominio de conocimientos científicos y por tanto quemadas en la hoguera. Las féminas fueron duramente perseguidas durante años y la Inquisición llevó a personajes tan famosos como Juana de Arco, la gurerrera, a perecer entre las llamas. La ignorancia de aquellos tiempos respecto a enfermedades y fenómenos naturales llevaban a las personas supersticiosas a culpar a quienes se decía, poseían poderes sobrenaturales.

En la actualidad, la cacería de brujas se eliminó completamente. La hechicería es un detalle normal de la ficción mundana desde que somos pequeños, cuando leemos cuentos en los que aparece la bruja mala que se lleva a los niños monatda en una escoba voladora. Pero no obstante, desde el siglo XX comenzaron a surgir religiones neopaganas que usan la magia para la protección, según han explicado sus miembros, y que ya hoy en día aceptan integrantes de cualquier sexo. La Wicca es una de estas religiones instaurada en 1954 y también conocida comúnmente como hechicería, sus adeptos se llamana wiccanos.

Esta religión moderna fue popularizada por el británico Gerald B. Gardner, como un reconocimiento a la llamada Antigua Religión, pues decía que había sido iniciado en ella por una cofradía que había encontrado en la zona de New Forest. La práctica de la hechicería, con los aportes y propuestas de Gardner, en la actualidad ha evolucionado y se ha adaptado hasta que han surgido numerosos aquelarres wiccanos y también muchísimas tradiciones asociadas a esa religión que han llegado a nuestros días. Los wiccanos se caracterizan por utilizar la llamada magia blanca y por saber utilizar para curaciones y protección, los poderes de la naturaleza.

Sus debidas, vistas como el Dios y la Diosa, encarnan las fuerzas de la naturaleza y los elementos naturales y se corresponden con una mitología asociada a los cultos de fertilidad. Son vistos como entidades complementarias. El símbolo más importante para los wiccanos es el Pentagrama o estrella de cinco puntas, una insignia del Paganismo que tiene diversos significados, los cuales erróneamente se asocian con los diabólico. Contrario a ello, el Pentagrama representa al ser humano, los cinco sentidos de las personas, las cinco fases de a vida y los distintos elementos naturales como el aire y el fuego.