El “desbinomio Glas-Moreno” saca los trapos sucios
El recién electo mandatario de Ecuador, Lenín Moreno, retiró las funciones de vicepresidente a Jorge Glas, su compañero de fórmula presidencial. “Esto es una lucha por la verdad, yo estoy defendiendo principios”, dijo Glas al enterarse que no tenía más facultades como vicemandatario de la nación sudamericana. Con un decreto presidencial Moreno hizo públicas las diferencias en la dupla de gobierno. Todo viene porque Glas publicó su inconformidad con algunas decisiones tomadas por el representante de Alianza PAIS. Muy molesto con la decisión del ocupante del Palacio de Carondelet, Glas dijo que Moreno había tomado la medida para quedar bien con representantes de la oposición.
Abdalá Bucaram, expresidente de Ecuador (1996-1997) y Guillermo Lasso fueron los mencionados por Glas, quien aseguró que estaba siendo castigado por criticar al gobierno. El vicepresidente fue más allá y dijo que él no iba a dejar pasar leyes como la de la polémica Plusvalía u otras que permitieran la bajada de impuesto a los ricos y el aumento a los pobres. También criticó que le fuera entrega la Corporación Nacional de Electricidad a la familia Bucaram, hecho que calificó como de “entreguismo” del gobierno de Moreno. “Sigo siendo el Vicepresidente de todos los ecuatorianos”, dijo Glas, visiblemente molesto.
El orden de cosas en la política ecuatoriana deja mucho que desear al mostrar en público las fracturas internas del movimiento Alianza PAÍS. Nadie sabe cuál es el trasfondo del decreto firmado por Moreno, quizás las acusaciones de corrupción contra Glas pueden ser una de las excusas de la decisión. Por lo pronto, Glas, quien fungió como vice del expresidente Rafael Correa de 2013 a 2017, no puede usar el avión presidencial.
La decisión de retirarle las funciones como vicepresidente a Glas acrecentaron las tensiones políticas que venían rodando desde las declaraciones del presidente saliente Rafael Correa. Desde Bélgica, donde se retiró luego de más de una década en el poder, el economista criticó a Moreno por lo que consideró “entreguismo” a la oposición. Por ello, se veía venir las diferencias en el plano político del nuevo gobierno.
Cuando Moreno ganó la presidencia dijo que apostaría por la democracia participativa como política de inclusión plena en la toma decisiones. El también representante de Alianza PAÍS se convirtió en el presidente número 44 de Ecuador y afirmó que no tomaría decisiones sin dialogar con todos los sectores políticos.
Moreno gobernará hasta el año 2021 luego de ganar las elecciones presidenciales en segunda vuelta el pasado 2 de abril.