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jueves, 10 de agosto de 2017

El ojo tras el lente de Cuba

Por Miss GD

Alberto Días Gutiérrez pasó a la historia con el nombre de Korda y fue sin dudas algunas una de las figuras más importantes en el mundo de la fotografía del siglo XX. Korda nació en el barrio de El Cerro de La Habana en el año 1928.No es hasta el año 1954, que logra abrir su propio negocio fotográfico, los Estudios Korda, en una pequeña oficina del edificio Metropolitana, que en aquel entonces era sede del banco Godoy & Zayan. Dos años más tarde, la sede de Estudios Korda se trasladó a un edificio situado frente al emblemático Hotel Capri en el cpitalino reparto del Vedado.

Alberto Días Gutiérrez pasó a la historia con el nombre de Korda y fue sin dudas algunas una de las figuras más importantes en el mundo de la fotografía del siglo XX. Korda nació en el barrio de El Cerro de La Habana en el año 1928. Su padre trabajaba como operador de telégrafos en los servicios de ferrocarriles mientras que su madre se encargaba de las tareas domésticas. Alberto era hijo único así que era estudió contabilidad y taquigrafía bajo la atenta mirada de sus padres y, cuando terminó sus estudios, comenzó a trabajar en Sabatés S.A., la filial cubana de Procter and Gamble, donde se ocupaba de la publicidad de la empresa. Posteriormente, trabajó como vendedor de cajas registradoras y máquinas de escribir para Remington Rand, otro importante conglomerado norteamericano en aquella época.

No es hasta el año 1954, que logra abrir su propio negocio fotográfico, los Estudios Korda, en una pequeña oficina del edificio Metropolitana, que en aquel entonces era sede del banco Godoy & Zayan. Dos años más tarde, la sede de Estudios Korda se trasladó a un edificio situado frente al emblemático Hotel Capri en el reparto del Vedado, uno de los centros más concurridos de La Habana de los años 50. El casino del hotel Capri estaba dirigido por el conocido mafioso Santo Trafficante y atraía a famosos de Estados Unidos como el actor George Raft, que también era uno de los principales inversores del popular hotel.

Luego del triunfo de la Revolución cubana en 1959, Korda ofreció voluntariamente sus servicios para el diario de La Habana Revolución y poco tiempo después se convirtió en el fotógrafo personal de Fidel Castro, una de las figuras más mediatizadas del pasado siglo. En su labor como fotógrafo personal pudo registrar los primeros años de la joven Revolución en Cuba y su lente inmortalizó momentos trascendentales para la historia de la isla caribeña.

El 4 de marzo de 1960, el navío La Coubre llegaba al puerto de La Habana cargado de armas y municiones que aprovisionarían a la Fuerza Armada Revolucionaria de Cuba. Este cometido nunca llegó a realizarse pues el buque explotó en las aguas de la bahía dejando un saldo de casi un centenar de fallecidos. Alberto Korda acompañó en todo momento a las víctimas del atentado hasta su entierro y fue en aquel triste día en el cual pudo tomarle una foto al Che Guevara, la que luego de un tiempo se convertiría en la pieza más icónica del siglo XX y la más reproducida en la historia de la fotografía. Bajo el título Guerrillero Heroico, la imagen de Korda fue versionada por los célebres artistas Jim Fitzpatrick y Andy Warhol aunque su propio autor nunca reclamó los derechos sobre ella.

La labor de Korda como fotógrafo abarca prácticamente todos los campos de la fotografía llegando a incursionar en varias manifestaciones de la fotografía. Aunque el retrato es sin duda la parte más importante de su trabajo, pocos conocen que los inicios de Korda fueron la fotografía de modas siendo reconocido actualmente como el padre de este tipo de fotos en Cuba. Alberto se reservó las campañas publicitarias más relevantes que implicasen retratar mujeres. En ellas, desarrolló toda una creatividad propia y vanguardista, pero en consonancia con el lenguaje de la fotografía de moda internacional. Su trabajo rápidamente ganó en reconocimiento y se consideró transgresor para los cánones de la época, al poner en contraposición directa la belleza femenina y lugares poco habituales como paisajes en decadencia, elementos que son muy utilizados en la fotografía de moda actual.

Otro aspecto poco conocido sobre la vida de Korda es que su fotografía siguió evolucionando más allá de los retratos por los que es conocido. Su trabajo en la fotografía submarina, por ejemplo, fue objeto de una importante exposición en Japón en 1978 donde los críticos conocieron una nueva faceta de este genio de la imagen. Korda falleció en París en el año 2001 dejando atrás un vasto legado de trabajos  que muestran al perspicaz y creativo ser humano que prefería mirar el mundo a través del lente.