Perkovic, sin rival en Londres 2017
La croata campeona olímpica de Río 2016 en el lanzamiento del disco, Sandra Perkovic, no creyó en nadie en la final mundial del atletismo de Londres 2017. Llegó como favorita y así terminó. En el primer intento callaron bocas, con un tiro que rozó los 70 metros, cuando el resto apenas chocaba con los 65 metros. En la segunda salida, la croata sonrió con amplitud, su tiro llegaba a los 70. 31 metros. Las cubanas Denia Caballero y Yaimé Pérez, sus principales rivales de la temporada, ni resistencia le hicieron. Desde que puso un pie en el campo del estadio Queen Elizabeth ya se sabía ganadora.
La deportista cubana y campeona del mundo, Denia Caballero, había tenido un año horroroso, cuando lo mejor había sido un pequeño roce con los 67 metros. Sabía que con eso no podría derrotar a la fuera de serie, la croata y titular olímpica de Río 2016, Sandra Perkovic, pero tenía la idea que sorprendiéndola como en el Mundial de Beijing en el primer tiro podía descolocarla. Claro, no contaba con que a Perkovic, en esta ocasión nadie podía despistarla, nadie le hacía sombra. La cubana Caballero adelante en el turno para lanzar solo pasó en el primer intentó, mínimamente de los 63 metros. Cuando Perkovic vio ese espacio, se jactó de superioridad, se ubicó en el círculo de lanzamientos y el disco voló hasta besar los 70 metros. Mientras el disco volaba, la Perkovic levantó los brazos en señal de victoria, de recoge y vete, que aquí nadie puede conmigo. Lo dijo sin palabras, y el resto sabía que tenía razón. En el segundo intento, volvía a colocarse de reina, la súper reina. Miró al público, y la que siempre es seria, sonrió ampliamente. El disco llegaba a los 70.31 metros, allí no había llegado nadie en el año. Podía sentarse y disfrutar de la vista, pero siguió insistiendo, mirando el récord mundial de cerca.
La que más cerca se le posó, fue la joven australiana Dani Stevens, que se acercó a los 70 metros (69.64), no más, ni hubo más rival para la croata. Cualquiera de sus seis disparos en Londres, le servía para coronarse y la cosa se presagiaba así desde Río, donde tampoco hubo sorpresas, y es que para que Perkovic pierda no solo sus rivales tienen que estar en un momento cumbre, si no que ella debe estar en baja. Tienen que reunirse ambos factores para que una fuera de serie como ella, caiga derrotada. Esta vez no pasó. Ya había tirado más de 70 en varios mítines, en varias paradas de la Liga del Diamante, liga que también va a dominar esta temporada, como la anterior, como la anterior a esa. Finalmente las cubanas quedaron por debajo de las expectativas de la Isla, terminaron cuarta y quinta, y la isla, antes con varias medallas, terminó Londres, con apenas un bronce de la pertiguista Yarisley Silva. Finalmente el podio de Londres en el disco, tenía en el primer puesto a la croata, en el segundo a la australiana Stevens (en toda alta competición siempre hay una eléctrica, en esta ocasión fue ella), y en bronce, la veterana francesa, Melina Robert-Michon, con 66.21 metros. Melina, también se había colado en Río en el podio, cuando sorprendió con la plata.
Perkovic hizo el intento, en la última salida de acercarse a las marcas del top ten, que datan de la década del 80, donde estuvieron las mejores tiradoras de disco, pero se quedó por detrás. Sonrió dio medio vuelta, se dio dos o tres golpes de pecho, y buscó su bandera. Conversó con la Stevens, la felicitó por su tiro y marca personal cerca de los 70 metros, y se centró en disfrutar su título, ese que perdía hace dos años a manos de la cubana Caballero, que realmente, dado los acontecimientos, parece que aquella noche en Beijing solo corrió con suerte. Perkovic no tiene comparación en el disco actual, no tiene rivales, es ella contra ella misma.