Seis militares atropellados en Francia
En Francia un individuo en un auto BMW atropelló a un grupo de militares de forma premeditada, y se dio a la fuga. El hecho ocurrió en la periferia de París, donde se encuentra un destacamento de la Operación Centinela, dispositivo encargado de la vigilancia antiterrorista implementado por todo el territorio francés desde los actos terroristas de 2015, hechos que han dejado cientos de muertos y heridos. En el suceso resultaron lesionados varios militares, pero ninguno con riesgo vital.
Este miércoles, cerca de París, un vehículo atropelló a una patrulla del dispositivo antiterrorista. Según la ministra de Defensa, Florence Parly, en el hecho resultaron heridos seis militares del 35º Regimiento de Infantería de Belfort, y tres de ellos se encuentran en estado de gravedad, aunque sin peligro para la vida. Todos fueron trasladados inmediatamente a instalaciones médicas.
El ataque aconteció en la localidad de Levallois Perret, en el departamento de Altos de Sena ubicado en la periferia oeste de la capital francesa, junto a un cuartel donde radica un destacamento de la Operación Centinela: el dispositivo de vigilancia antiterrorista desplegado en todo el país tras los mortíferos atentados de 2015.
El auto agresor, un BMW de color negro, se encontraba en un callejón semipeatonal cercano al fortín militar ubicado frente a un parque en una zona de poco tráfico. A unos cinco metros de distancia, el individuo aceleró repentinamente cuando un grupo de diez militares comenzó su ronda de vigilancia. Los derribó y después se dio a la fuga.
El lugar del suceso se encuentra muy cerca de la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI), una agencia de inteligencia interior que se ocupa del contraterrorismo. Allí muy próxima también se halla la Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial (SDAT), última escala antes de la presentación ante el juez de los arrestados en casos de terrorismo. La presencia de estos organismos convierte la zona en una de las más vigiladas y estratégicas. Por esta razón desde un inicio se pensó que no había sido un acto realizado al azar, sino premeditado y organizado.
Las cámaras de seguridad de los alrededores grabaron el momento de la agresión y confirmaron que el conductor iba solo, aunque no se pudo identificar el rostro. Más tarde, en la autovía en dirección a Calais, al norte de París, las fuerzas de seguridad francesas interceptaron a un vehículo que coincidía con la descripción del responsable, y detuvieron al sospechoso, quien se encuentra en estado grave al ser herido de bala por prestar resistencia y querer escapar.
Según medios, se trata de Hamou B., ciudadano argelino de 37 años de edad, residente en Satrouville, al oeste de París. El sujeto tiene antecedentes por delitos menores, pero no estaba fichado por los servicios de inteligencia.
La sección antiterrorista de la Fiscalía de París abrió una investigación por "intento de asesinato de personas depositarias de la autoridad pública en relación con una empresa terrorista y asociación de malhechores con fines terroristas".
El ministro francés del Interior, Gérard Collomb, consideró el atropello como "deliberado", y comentó que por octava vez son atacados militares de la operación ‘Sentinelle’ –Centinela– que moviliza a 7 mil soldados en todo el territorio. Tras el arresto del sospechoso, a través de Twitter agradeció a las fuerzas del orden su plena movilización.
Por su parte, el alcalde de Levallois, Patrick Balkany, comentó que se trata, sin dudas, de un "ataque intencionado" perpetrado con total desenfado en un punto importante de la lucha contra el terrorismo, en pleno centro del municipio y ante los ojos de otros vecinos.
Desde enero de 2015 Francia vive una serie de atentados yihadistas, la mayoría consumados por el grupo Estado Islámico (EI), responsable de crear el pánico y de cientos de personas muertas y heridas. Los últimos actos registrados han sido precisamente contra las fuerzas de seguridad y en lugares emblemáticos; por tanto el país europeo continúa bajo una fuerte amenaza terrorista y aún en el Estado de emergencia instaurado hace dos años. En el pasado mes de julio fue prolongado por cuatro meses, y el presidente Emmanuel Macron espera poder levantarlo en noviembre. Habrá que esperar si los acontecimientos lo permiten.