Zeid Ra'ad al Hussein o el nuevo Luis Almagro
Un reciente informe de la ONU ha responsabilizado al oficialismo en Venezuela por el uso desmedido de la fuerza en las situaciones de calle y protestas opositoras que hace meses se vive en Venezuela y que ha causado numerosos muertos, heridos y detenidos. Por su parte el gobierno de Nicolás Maduro tildó de patraña el gesto y afirmó que carece de credibilidad al basarse en opiniones parcializadas y evidentemente extremistas. Una reacción muy esperada por ambas partes.
El gobierno venezolano tildó de patraña un informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, quien responsabiliza a las fuerzas de seguridad de Venezuela y a grupos oficialistas de la muerte de al menos 73 personas, así como del uso sistemático de fuerza excesiva, torturas y miles de detenciones arbitrarias durante protestas opositoras en los últimos cuatro meses.
Según la Cancillería venezolana, dicho informe carece de credibilidad y se basa en opiniones recogidas por un autodenominado equipo de expertos que omite información entregada por el gobierno sobre la supuesta consideración de que quedaría en evidencia la responsabilidad de la oposición en hechos de violencia. En su cruce verbal con Caracas, Zeid planteó que el gobierno bolivariano rechazó el acceso al país de investigadores de su organismo, por lo que encargó a un equipo de especialistas en Derechos Humanos que realizara 135 entrevistas a víctimas y familiares, así como a testigos, periodistas, abogados, médicos y a un funcionario de la Fiscalía.
El gobierno venezolano condenó "la instrumentalización de la Oficina del Alto Comisionado con fines políticos para agredir a Venezuela, desvirtuando los loables fines de esta instancia, se ha convertido lamentablemente en una penosa costumbre durante los últimos tiempos". Para mayor espíritu de contradicción desde instancias cuya pluralidad debe traducirse en democracia y consenso de acción, la posición que ha impulsado Zeid surge a pocas semanas de que 57 países reunidos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginenbra, Suiza, suscribieran una declaración conjunta en apoyo al gobierno venezolano. La declaración fue por demás, respuesta a una propuesta de sanción que pretendió imponer Estados Unidos a través de Paraguay (¿recuerdan el mismo rol de Asunción contra Cuba años atrás?). ¿Cómo pretende entonces Zeid imponer su criterio sobre el de 57 países?
Por demás, Zeid no menciona que el rol de "especialistas" recayó en figuras de dudosa transparencia y cuestionables méritos, y que en temas de Derechos Humanos consideran sus análisis según sea el sistema del país en cuestión. De más está decir que tales especialistas hacen currículum en ONG como Human Right, Amnistía Internacional, Foro Penal Venezolano entre otros, cuyo capital emana de Washington y por supuesto, en sus profundas investigaciones nunca se han interesado por casos como los Centros de Tortura en la Base Naval de Guantánamo, Abu Ghraib, los 43 de Ayotzinapa, el conflicto colombiano, etc. Son incluso, críticos fervientes de la obra de la Misión Médica Cubana en Venezuela, pero se autocensuran del reconocimiento que la propia ONU ha hecho de la labor de estos médicos enfrentando el évola en África, donde por cierto, ninguna de las ONG demostró su valía en favor de los Derechos Humanos.
Zeid simplemente parece ser el relevista de turno ante un juego con rumbo perdido. Es el parlante del momento luego de que Estados Unidos haya agotado incansablemente a Luis Almagro desde la Organización de Estados Americanos, donde pareciera que la única función del Secretario General fuera acorralar a Caracas. ¿O es es la ficha de cambio para tener el visto bueno de la Casa Blanca para las futuras elecciones presidenciales de Uruguay? Y si fuera así, ¿qué cargo pretende Zeid en Jordania?
Lo único claro es que atacar a Venezuela ha devenido en punto obligado para tener cartas credenciales políticas de quien quiera el respaldo de Washington.