Amenazas que entorpecen la reducción del hambre
La persistencia de los conflictos y el impacto climático dificultan el avance hacia la reducción del hambre, aunque la recuperación agrícola en algunas regiones podría favorecer el suministro mundial, ha advertido la FAO. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) aseguró que las abundantes cosechas en América Latina y la recuperación de la producción agrícola en África austral podrían aliviar los abastecimientos globales. Sin embargo, advirtió la situación de los huracanes en el Caribe y las inundaciones en África occidental, las cuales mermarán los rendimientos agrícolas a nivel local.
Pese a ese panorama, la FAO asevera que la tendencia general de la producción alimentaria es positivas, impulsada por las expectativas de una producción récord de cereales en varios países. La nueva edición del informe de la FAO Perspectivas de cosechas y situación alimentaria, precisa que alrededor de 37 países -28 de ellos africanos-, requieren ayuda alimentaria externa, los mismos de la edición de junio. Ellos son: Afganistán, Burkina Faso, Burundi, Camerún, Chad, Djibouti, Eritrea, Etiopía, Guinea, Haití, Iraq, Kenya, Lesotho, Liberia, República Popular Democrática de Corea, Malawi, Mali, Mauritania, Mozambique, Myanmar, Níger, Nigeria, Pakistán, Sierra Leona, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Swazilandia, Siria, Uganda, Yemen y Zimbabwe. Los conflictos bélicos, destacó el texto, afectan continuamente la agricultura y la seguridad alimentaria, y con frecuencia conllevan otras consecuencias, debido a los desplazamientos de población y la mayor inseguridad civil. Además, 2017 los eventos meteorológicos extremos, incluidas las sequías, agravaron su impacto en algunos países, en especial en Somalia y el sur de Etiopía.Tras el fenómeno meteorológico El Niño, se prevé que la producción mundial de cereales alcance un nivel récord en 2017, con cerca de dos mil 611 millones de toneladas, en parte a los avances en Argentina y Brasil, aseguró la FAO. Destaca el texto que para este año se prevé un incremento mayor del 10 por ciento en la producción en África, liderado por mayores cosechas de maíz en el sur del continente, donde los agricultores fueron duramente golpeados el pasado año por el Niño, y por el incremento de la producción de trigo en los países de África del norte.
Recientemente la FAO denunció que el 11% de la población mundial padece hambre. Esto quiere decir que alrededor de 815 millones de personas no poseen acceso a una alimentación adecuada en 2016, unos 38 millones más que el año anterior. El dato emerge del último informe sobre seguridad alimentaria y nutrición de la FAO, la agencia de la ONU que se ocupa de la alimentación y la agricultura, presentado este viernes. Tras casi 10 años de progresiva disminución de la desnutrición mundial, los últimos datos evidencian como la desnutrición ha aumentado a causa de la proliferación de las guerras y el cambio climático. «En la última década, el número de conflictos ha aumentado de forma dramática y se han vuelto más complejos e irresolubles por su naturaleza», afirman en el documento los responsables de la FAO, UNICEF, el programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Uno de los datos más alarmantes es el que afecta a la población infantil. Según la FAO, 155 millones de niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica --de ellos 122 millones viven en países en conflicto-- mientras que otros 52 millones sufren desnutrición aguda. Y mientras el 11% de la población mundial se muere de hambre el mismo documento indica que otro 13% sufre obesidad. El informe señala como 641 millones de adultos y 41 millones de niños tienen sobrepeso. Una tendencia que los expertos interpretan como consecuencia de los cambios alimenticios y la crisis económica.