El cerebro se conecta a Internet
Científicos de la Universidad de Wits, en Johannesburgo conectaron por primera vez, directamente un cerebro humano a Internet. El equipo de neurocientíficos e ingenieros emplearon un electroencefalograma (un dispositivo para detectar las señales eléctricas en el cerebro) que transmitió la actividad neurológica a un Raspberri Pi, un ordenador de placa reducida de bajo coste. Dicho ordenador transmitió los datos a un programa que se ejecuta en un sitio web disponible para cualquiera en cualquier momento. El barinternet, como denominaron esta técnica, puede ser mejorado aún más con el fin de clasificar las grabaciones mediante una aplicación móvil, acción que proporcionará datos para un algoritmo de aprendizaje automático.
Con la llegada de Internet y las nuevas tecnologías, la reconfiguración que ha sufrido la vida en el mundo actual es entonces inconcebible. En ese sentido, los retos que se impone el hombre para continuar avanzando en estos campos son enormes, en este caso es la búsqueda de optimizar y llevar a un mayor nivel la interacción del hombre y las máquinas. ¿Qué diría si pudiera escribir un texto sin utilizar un teclado, sino simplemente con la utilización de un teclado? Lo sorprendente de esta idea de crear una conexión entre una Inteligencia Artificial y un cerebro humano, está ahora un paso más cerca de convertirse en realidad.
Y es que esta semana, científicos de la Universidad de Wits, en Johannesburgo conectaron por primera vez, directamente un cerebro humano a Internet. Esto sorprende también pues el gobierno de Estados Unidos lleva años tratando de llevar a cabo una tecnología similar. De acuerdo con un comunicado de prensa, el equipo de neurocientíficos e ingenieros emplearon un electroencefalograma (un dispositivo para detectar las señales eléctricas en el cerebro) que transmitió la actividad neurológica a un Raspberri Pi, este es un ordenador de placa reducida de bajo coste. Dicho ordenador transmitió los datos a un programa que se ejecuta en un sitio web disponible para cualquiera en cualquier momento.
Es necesario aclarar que este es un primer paso increíble, y decimos primer paso porque mediante la página web no se puede ver lo que la persona está pensando pero sí se puede ver su actividad neuronal.
De acuerdo con lo expresado por el coordinador del proyecto y profesor de ingeniería eléctrica, Adam Pantanowitz, están buscando la interactividad entre el usuario y su cerebro, de manera que la persona pueda proporcionar un estímulo y ver una respuesta. El investigador aseguró además que el barinternet, como denominaron esta técnica, puede ser mejorado aún más con el fin de clasificar las grabaciones mediante una aplicación móvil, acción que proporcionará datos para un algoritmo de aprendizaje automático. Esto quiere decir que en el futuro podremos retransmitir información en ambas direcciones, de entrada y de salida del cerebro.
El brainternet convierte esencialmente al cerebro en un nodo Internet de Cosas en la World Wide Web. Según Pantanowitz, este proyecto es una nueva frontera en los sistemas de interfaz cerebro-computadora. Añade que al haber una carencia de datos comprensibles fácilmente sobre cómo un cerebro humano trabaja y procesa información, el brainternet intenta simplificar la comprensión que tiene una persona de su propio cerebro y del cerebro de otros, mediante la supervisión de la actividad cerebral y la habilitación de cierta interactividad.
De acuerdo con las previsiones, si la programación en esta esfera continúa avanzando seremos capaces de enviar señales en forma de datos al cerebro de una persona. Sin embargo, queda aún un mucho camino por delante, si tenemos en cuenta que el cerebro es muy diferente comparado con un ordenador, estos últimos utilizan señales binarias, es decir, la información se representa como unos y ceros. Por su parte, el cerebro humano vincula pensamientos y acciones mediante varios miles de millones de transmisiones bioelectroquímicas.
Los especialistas plantean que lograr la completa interacción a nivel neuronal con las maquinas puede ser muy difícil de conseguir, siendo más probables la creación de dispositivos inteligentes que apoyados en la inteligencia artificial, faciliten la vida sin tener que preocuparnos por controlarlos.
En general, la utilidad de este experimento no es muy relevante, pues quizás sirva como vía para compartir el resultado de pruebas médicas a nivel mundial, para que expertos en distintos sitios puedan colaborar en un diagnóstico urgente tomando como base pruebas realizadas en el otro extremo del planeta.
En cuanto a este tipo de investigaciones y proyectos para lograr interfaces cerebro-computadora se encuentran los intentos de Elon Musk con su enlace neuronal y el kernel de Bryan Johnson.