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sábado, 30 de septiembre de 2017

Gambia eliminará la pena de muerte

Por Mgo87

En el año 2012, luego de terminarse el Ramadán - mes sagrado para los musulmanes - los ciudadanos de Gambia esperaban recibir mensajes de paz por parte del Gobierno, como se acostumbra en estas fechas. Sin embargo, a mediados de agosto, a través de un comunicado emitido por televisión, el presidente Yahya Jammeh era portador de un mensaje para nada benévolo. La noticia tenía que ver con la ejecución de todas las sentencias de muerte, las cuales se realizarían en el venidero mes de septiembre. La decisión inmediatamente provocó fuertes críticas dentro de la comunidad internacional, desde activistas y organizaciones de derechos humanos hasta gobiernos y mecanismos multilaterales como la Unión Africana. En aquel entonces, alrededor de 40 prisioneros se encontraban en el “corredor de la muerte”, incluso algunos extranjeros.

Sin embargo, pese a estas protestas provenientes de todas partes del mundo, el mandatario ratificó la decisión en la práctica. A finales de agosto de ese año, nueve prisioneros fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento. La decisión, a decir del gobierno, buscaba dar un ejemplo y con ello reducir las tasas de criminalidad, pero en realidad buscaba sobre todo acallar las voces de la disidencia política. Tras 27 años sin aplicar el letal castigo, el pequeño país de África occidental había recuperado la pena capital en el 2011 bajo el mandato Jammeh, quien luego de acceder al poder en 1994 a través de un golpe militar, se mantuvo en la presidencia durante 22 años consecutivos.

Pero tal parece que este panorama quedará como un mal recuerdo, pues el nuevo gobierno encabezado por Adama Barrow, está dando pasos firmes encaminados a la eliminación de tan inhumana práctica. Y es que el nuevo mandatario firmó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, que por estos días sesiona en Nueva York, un tratado en el cual su país se compromete a abolir la pena de muerte. De esta manera, Barrow convierte a Gambia en la nación número 85 que se incluye dentro del Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que prescribe la erradicación de la pena de muerte.

De esta manera, el presidente Barrow, quien llegó por vías democráticas al poder en diciembre de 2016 al ganar las elecciones, hace historia al comprometer al Estado a proteger la vida de los activistas políticos, y de esta manera seguir promoviendo la democracia para impedir el regreso a regímenes totalitarios como el de Jammeh. La decisión de abolir la pena de muerte en Gambia viene a significar el respeto a los derechos civiles y políticos de sus ciudadanos, que ya no tendrán temor en expresar sus opiniones y deseos.

Además, Barrow también se lleva el mérito de ser el primer presidente de esa nación en firmar otros tratados de las Naciones Unidas al mismo tiempo, como los relacionados con la protección de los trabajadores migratorios y sus familiares, de las personas contra las desapariciones forzosas, de la transparencia en el arbitraje entre inversores y los Estados, y sobre la prohibición de las armas nucleares. Gambia tal parece que está transitando el camino que la llevará a ser una nación más justa y humana.

Bien intuía el pueblo de ese país africano que el nuevo presidente, traería grandes cambios, por eso la nación entera estalló en júbilo con la llegada al poder de Barrow. Dejaban atrás una larga dictadura, que como todas, inspiraba miedo y terror a sus ciudadanos, quienes se adentraban, por primera vez en su historia, en un sistema democrático salido de las urnas. Al mismo tiempo, se producía la salida de Jammeh del país, quien antes de partir, rechazó los resultados de las elecciones y pedía que se realizara un nuevo proceso electoral. Pero ya era demasiado tarde. Al no contar con gran apoyo internacional en su intento de perpetuarse en el poder, no le quedó remedio que exiliarse en Guinea Ecuatorial y dejarle el camino libre al nuevo vencedor de las urnas, a la construcción de una Gambia distinta y más inserta en el panorama mundial.