No hubo muro amarillo en Westfalenstadion
Poco a poco, el Real Madrid ha ido sepultando sus fantasmas. Se decía, con total razón, que no ganaba en Alemania, y destruyó en temporadas anteriores al Bayern. Ahora, antes de su segundo partido en la edición 2017-2018 de la Champions, mucho se habló de su gafe en el Westfalenstadion, más conocido por Signal Iduna Park, donde en seis presentaciones no habían logrado doblegar al Borussia Dortmund, con cinco goles a favor y 11 en contra. Sin embargo, los blancos continuaron soltando viejos lastres y se impusieron 1-3 ante los alemanes, cuyo muro amarillo de poco les sirvió, porque los merengues disputaron un partido a la altura del campeón.
No era fácil, a priori, la visita del Madrid a Dortmund, porque el conjunto amarillo anda lanzado en la Bundesliga con cinco éxitos, un empate, 19 tantos a favor y solo uno en contra, permitido el último fin de semana en la goleada 6-1 sobre el Gladbach. Pero el siguiente rival de los teutones era el Real Madrid, el equipo que estuvo 73 partidos oficiales marcando de manera consecutiva, el mismo que no cree en defensas impenetrables, sobre todo en el ámbito europeo. Ya el pasado año se hablaba maravillas de la zaga de la Juventus y de su eficacia ofensiva antes de la final de la Champions, pero los italianos terminaron goleados y humillados con un contundente 4-1. Si bien el rival y el escenario no eran los mismos, el Madrid volvió a demostrar su pegada, porque sin varias piezas claves lejos del césped y en un momento negativo de sus delanteros, supo sacar la casta del campeón e imponerse.
El Dortmund fue fiel a su juego de toda la temporada y salió a meter presión desde muy arriba, tapando la salida del Madrid, aunque en honor a la verdad los blancos no se sintieron ahogados, en gran medida por el tremendo partido de Sergio Ramos, Nacho y Dani Carvajal, quienes sacaron la pelota con mucha tranquilidad desde el fondo y también se proyectaron hacia arriba, mostrando sus recursos y habilidades poco comunes para zagueros. Con la línea defensiva de los alemanes muy adelantada, sus espaldas quedaron descubiertas en más de una ocasión, con los devoradores merengues corriendo al espacio con balón dominado en más de una ocasión. Carvajal perdió un gol cantado, en parte por su mal disparo o por no cederle la pelota a un desmarcado Ronaldo, mientras Gareth Bale quedó a centímetros de rematar tras un centro raso de Cristiano. Poco tiempo después, el propio Bale se redimió de su sequía y marcó un golazo al golpear de primera un pase perfecto de Carvajal, quien nuevamente se erigió como uno de los mejores pasadores del plantel madrileño.
Se habían jugado solo 20 minutos de la primera mitad a una velocidad impresionante, justo la virtud que mejor explotó el Dortmund para descolocar al Real, que coqueteó en el alambre por dos manos en el área de Sergio Ramos y de Carvajal, las primeras tras un rebote y las segundas con el brazo más claramente extendido por el lateral derecho. En ninguno de los casos el árbitro holandés Kuipers marcó penal favorable a los alemanes. Con ventaja, el Madrid aprovechó los bríos de Modric, Kroos e Isco, quizás la media más creativa del mundo, aunque el gol se les resistió, como en la mayoría de los pleitos ligueros. Al regreso del descanso, los visitantes mantuvieron la solidez y también estaban intactos los espacios, esos con los que Bale se siente más a gusto. El galés jugó, probablemente, su mejor partido de la temporada, en gran medida por el planteamiento del Dortmund, que necesitado de jugar arriba dejó tierra para correr. Además, Bale estuvo casi todo el tiempo por la izquierda, sin necesidad de recortar y buscar su perfil para rematar, lo cual le permitió también tener más opciones de centrar con su pierna buena. Más de un envío peligroso del “11” llegó al área, y en uno de ellos Cristiano anticipó a toda la defensa y marcó de zurda el 0-2 que parecía lapidario.
Sin embargo, el Dortmund se lavó la cara, y dado el compromiso con su gente y la necesidad de puntuar para no quedar lejos del Madrid y del Tottenham (que goleó al APOEL), empujaron al Madrid. Aubameyang marcó el descuento al adelantarse a Ramos y rematar cerca de Keylor, y luego los alemanes disfrutaron de otras opciones que no capitalizaron. Tal vez el técnico Peter Bosz retrasó demasiado la entrada de Pulisic, el norteamericano que ha sido una bala en este inicio de temporada sin la sombra de Dembelé. En su lugar, el ucraniano Yarmolenko se ahogó atacando por la derecha, donde continuamente fue cerrado por Nacho o Ramos, aprovechando los dos zagueros merengues la tendencia del atacante a recortar hacia el centro para usar su pierna buena, la zurda. Ya con mucho desbalance sobre el césped y tras varias paradas de Burki a Ramos e Isco, Cristiano registró su doblete con un disparo de derecha tras pase medido al espacio de Modric. El marcador pudo ser peor para el Dortmund, que de cualquier manera sale muy golpeado, porque está muy lejos ya de españoles e ingleses. A ellos, tras perder el honor de ser uno de los equipos que nunca había perdido como local ante el Madrid, solo les queda remar a contracorriente.