Las credenciales de España para Rusia 2018
El malagueño Isco Alarcón se jugó el partidazo de su vida ante una Italia que quedó al amparo de las buenas intenciones de España, que de buenas intenciones no traía nada en esta fecha de las Eliminatorias, rumbo al Mundial de Fútbol de Rusia 2018. España salió a ganar y tuvo la conducción de un gran Isco que, pese a su juventud, ha demostrado que ya ha madurado, y la selección española volvió a demostrar credenciales para anotarse en la lista de candidatas a regir el mundillo del fútbol y arrebatar la corona a Alemania. ¿Podrá ser posible? Habrá que esperar unos meses más.
Isco fue España, la mejor cara de esta España, y la muestra más visible de que el ciclo renovador dentro del seleccionado está encontrando buen camino rumbo al Mundial de Rusia 2018. España está encontrando en sus jóvenes las razones que una vez la hicieron la mejor selección del mundo. Y lo de Isco, con su golazo de falta directa, el caño y sombrero que le hizo a Verratti, hicieron que todos vieran en él esta nueva España que llegará y que ya está muy cerca de Rusia.
España acaricia el boleto, ahora que lo mira desde la ventaja de tres puntos sobre la histórica Italia, que sufrió una bailable de fútbol en el Santiago Bernabéu de Madrid. Lo próximo para ellos será un viaje al pequeño país centroeuropeo, Liechtenstein, que no ha sumado puntos en toda la clasificatoria y que por demás en el partido de ida se fue con ocho goles de los Ibéricos. Este viaje debe ser una pasada, algo para refrescar de las tensiones que presumiblemente sufrieron contra Italia, al menos fuera, porque en el terreno la presión se convirtió en gol.
Después de Liechtenstein, España recibirá en casa al cuadro albanés, tercero de la clasificatoria, y que no les dará tregua a los españoles, porque también busca su chance para Rusia. Albania concentrará todo su arsenal en ese partido, lo que puede complicar un tanto a España, aunque si mantienen el ritmo de juego que mantuvieron contra Italia pueden superar este obstáculo. Lo que le queda, contra quien sea, puede ser un paseo.
Lo último de los españoles será contra Israel, y donde ya España debería estar con el boleto asegurado en la mano. Sería un partido para probar a los más jóvenes y otras opciones en el cuadro titular. Las variantes con Isco y Asensio así le han valido de bien a Lopetegui. España va creciendo cuando se acerca el final, a Lopetegui le va a pedir de boca este cierre de clasificación. Igual ningún equipo es tan bueno, como cuando gana, ni tan malo como cuando pierde. Pero digamos que España se está remodelando para bien, que no es casual, que es un trabajo serio.
De los sucesos en el Bernabéu, más allá de la excelente demostración de Isco, quien se convirtió en Iniesta y un poquito más, quedan los pitos de la fanaticada al zaguero del Barza, Gerard Piqué, pese a que sus compañeros pidieron que no lo hicieran en la previa. El propio capitán del equipo, el defensa merengue Sergio Ramos, pidió desde los primeros pitidos que le dieran una tregua al del dorsal 3, pero la grada lo desoyó como pocas veces sucede con Ramos. Hubo un momento donde alguna parte de la grada intentó opacar los pitidos con gritos del apellido del central, pero tampoco dio resultado. Al final con cada toque de balón de Piqué, el Bernabéu enloquecía, pero en su contra.
El otro suceso fue la vuelta del “Guaje” Villa, que realmente supo a despedida, porque un reencuentro en la alta competición de él con España parece improbable, si bien talento en la delantera, y joven, España tiene para escoger.
Con el boleto seguro, España tendrá que afilarse las uñas y buscar arrebatar la corona mundial a Alemania, que ganó pero no convenció, algo normal en ellos. España tiene de dónde y cómo, de ellos depende volver a tocar la gloria.
