Historias Newsgur: Cataluña se une en una huelga general
Estaba claro que el desafío independentista no iba a desvanecerse tras el referéndum del 1 de octubre. Si la comunidad internacional se ha escandalizado por la dura represión policial que han llevado a cabo las fuerzas de seguridad y orden españolas, a los catalanes les pareció aun mucho peor. Para vengarse del Ejecutivo central y para manifestarse contra las cargas policiales, los sindicatos minoritarios convocaron paros en toda Cataluña este martes 3 con el objetivo de hacerse notar y sacar más músculo aun si se puede ante un Gobierno que lleva más de una legislatura pasmado.
Cataluña ha vivido la jornada de hoy a medio gas en las oficinas y en los puestos de trabajo, pero las energías no se han desperdiciado y muchos han sido los que han salido a la calle para hacerse notar. Los gritos de independencia y democracia han sido los predominantes, y en varias localidades, además, las multitudes han hecho presión para desalojar a los efectivos policiales y de la Guardia Civil de los hoteles donde se alojaban. Oliéndose que el tema va para largo, Rajoy ha decidido mantener los cruceros en el puerto unos cuantos días más.
Las principales carreteras catalanas han sido el foco de atención de muchos de los manifestantes. Especialmente, han sido relevantes los cortes efectuados por largas colas de tractores y otros vehículos pesados, que han atascado las arterias más importantes de la región desde bien temprano por la mañana.
La Generalitat, por su parte, ha promovido y alentado las manifestaciones y ha facilitado la decisión de los funcionarios: el sueldo de hoy no se les va a descontar. En el sector privado ha habido de todo, como en la viña del Señor: algunos comercios pequeños cerraban (los piquetes informativos se han paseado por las calles para promover la huelga), mientras que otros sectores como el del automóvil, decidían mantener las puertas abiertas y seguir con la jornada laboral como un día cualquiera.
Cataluña ha movido otra ficha, ahora toca esperar el movimiento del Gobierno, a quien le están lloviendo críticas a diestra y siniestra: ni los independentistas ni los unionistas están nada contentos con su gestión y muchos piden la cabeza del presidente.
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