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martes, 31 de octubre de 2017

La youtuber que firmó el despido de su padre, empleado de Apple

Por Nilyam

Brooke Peterson estaba lejos de saber el lío en el cual metería a su padre, un de los empleados de la empresa estadounidense Apple, cuando se le ocurrió la fatal idea de tomar prestado el nuevo iPhone X, propiedad de su padre, para grabar un vídeo y compartirlo a través de YouTube. Como es de suponer, el video rápidamente se hizo viral, llegando a cientos de páginas tecnológicas, así como al cuartel general de la compañía en Cupertino, en estado norteamericano de California.

 

La joven desconocía que el nuevo dispositivo de su padre era prácticamente un secreto de alto estado. El iPhone X es el novedoso smartphone que dentro de poco llegará al mercado y cuyas características más íntimas son totalmente confidenciales entre las personas que han tenido acceso al dispositivo de manera oficial. La indiscreción de Brooke Peterson ha provocado el despido de su padre por la empresa informática. De nada sirvieron las disculpas públicas de la chica luego de borrar la grabación de la red de redes. Evidentemente, ya era demasiado tarde y las consecuencias imparables.

Apple no tuvo contemplaciones con este desliz que puso en riesgo a su última creación. Su política, como la de cualquier otro gran fabricante de tecnología, es muy severa, pues estamos hoy en un mundo donde la piratería y el robo de información están a la orden del día. Apple castiga con sanciones multimillonarias las fugas de información. En el caso del padre de Broker Peterson, se procedió a despedirlo inmediatamente debido a que fe uno de los ingenieros que formo parte del equipo que desarrolló el terminal. Por ende, este hombre había firmado acuerdos de confidencialidad que esta semana fueron incumplidos, aunque sin su consentimiento.

Además de las consecuencias laborales, fulminantes para este ingeniero, Apple también denunció el hecho ante el resto de la plantilla que trabaja en sus instalaciones, para que tomaran nota de lo que puede ocurrir ante cualquier desliz similar. Hasta la puesta a la venta del novedoso smartphone, esperado para el próximo 3 de noviembre, cualquier detalle ajeno a lo comunicado por la propia compañía podía ser denunciable. De nada sirvieron las disculpas de Brooke, ni que eliminara el video de YouTube, ni su nueva grabación exculpando a su padre, “una persona extraordinariamente valiosa y ejemplar para su hija”. Brooke no tuvo en cuenta que las imágenes del dispositivo podían ofrecer datos sensibles para los competidores. De ahí la magnitud del castigo de Apple, que incluso pudo ser más fuerte.