Bélgica pide soluciones políticas a España
El asunto de la independencia catalana ha transgredido las fronteras de España, y aunque se trata de un tema exclusivamente nacional, la estancia de Puigdemont en Bélgica ha complicado el escenario. El primer ministro de ese país, Charles Michel, ha solicitado a España una urgente "solución política a un problema político" ante el desafío independentista.
Ya Michel se ha visto obligado a responder preguntas de los diputados en la Comisión de Interior del Parlamento Federal sobre la crisis catalana. Justamente en la misma jornada en que el Parlamento de Flandes abordó la cuestión. Toda la inquietud se ha generado desde que el expresidente catalán Carles Puigdemont se encuentra en Bruselas, pues además, sobre él pesa una euroorden de detención y entrega a España.
Desconociendo la legitimidad del gobierno catalán, el primer ministro reiteró además que "el único interlocutor válido" para su gobierno es el gobierno español. "No hay ninguna ambigüedad. Tenemos un interlocutor que es el Gobierno de Madrid, el Gobierno de España, por todos los canales diplomáticos", agregó. Ante las interrogantes sobre el destino de Puigdemont. Michel ha confirmado que respetará la división de poderes y ha afirmado que no interferirá. “No es un asunto de gobierno; es de democracia, de Estado de derecho. Puigdemont es un ciudadano europeo que debe responder de sus actos. Con derechos y obligaciones, sin privilegios. Ni más, ni menos", ha añadido.
Ante los rumores de una posible desestabilización política al interior de Bélgica, el mandatario ha negado tales posturas. "Hay una crisis política en España, no en Bélgica". Además, dijo asumir los comentarios de políticos belgas, tanto del Gobierno como de la oposición, como una expresión de la democracia y la libertad de expresión en el país.
Sobre el futuro próximo de España el ministro expresó: Espero que las elecciones [del 21D] sean un encuentro democrático que envíe un mensaje a favor de los acuerdos políticos en España.
A inicios del mes de noviembre una magistrada solicitó el arresto de Carles Puigdemont y de los cuatro exconsellers que permanecen con él en Bruselas. Además aprobó su ingreso en prisión por alentar un movimiento de "insurrección activa" con el objetivo de conseguir la secesión mediante un referéndum, que sabían que era ilegal, "promoviendo" para ello la "fuerza intimidatoria y violenta de los sectores independentistas".
