Los Homeless, un problema social
Las personas indigentes, sin techo, sin hogar, en situación de la calle o simplemente los conocidos homeless son uno de los mayores problemas sociales con que cuentan las ciudades hoy. La temática se hace importante no solo por la falta de valores y la deshumanización de las personas hoy en día que miran a estas personas con humillación, insultan e incluso maltratan, sino también porque esta población de los llamados homeless ocupan todas las etapas de la vida. Es entonces donde encontramos niños, adultos mayores, jóvenes que pierden en las calles sus vidas y además no encuentran otra alternativa que vivir ellas.
En ocasiones vamos caminando por la calles y no somos capaces de percibir la realidad, estamos tan concentrados en nuestro mundo, en nuestros intereses en lo que vamos hacer o simplemente en lo que con respecto a nosotros mismos nos importa que obviamos nuestro alrededor. Es tal el caso que, en la actualidad una de esas cosas que no somos capaces de ver o no prestamos atención y que forma parte de nuestra cotidianidad son los llamados homeless, mendigos y otros calificativos. Lo cierto es que muchas personas desprecian a este tipo de seres humanos, y que lejos de ayudarlos los critican y los miran despectivamente, sin tener idea de cuál es su situación de vida y él por qué llegaron a ese estado.
En muchos países esta situación se visibiliza más en otros, y es más frecuente encontrarse a estas personas por las calles sin dinero, sin casa, sin comida y .sucios. Este proceso llega a convertirse en un fenómeno que naturalizamos y vemos como algo normal. Es entonces cuando a este tipo de personas las miramos como un patrón social excluyente y como una plaga por la que no podemos hacer nada. La mirada hacia este tipo de personas es más compleja que la simple mirada de desprecio incluso hasta actos de maltrato.
Estos temas tan complicados de tratar no solo incluye relaciones materiales y la falta de carencia de este tipo de personas, sino también la falta de humanidad que se vive en la calles de nuestros países. Como ejemplo de esto si buscamos en internet existen miles de experimentos sociales donde se han puesto a prueba la capacidad del hombre de solidarizarse con este tipo de persona y además manifestar las formas de trato, del espacio que los homeless ocupan en sociedad.
La respuesta de dichos experimentos demuestran y recalcan como las personas no se interesan por estos desamparados de la vida, en ocasiones ni los miran y cuando lo hacen su referencia de asco y extrañeza. Dichos experimentos demuestran la falta de humanidad, la pérdida de valores y la incapacidad para ayudar a los diferentes, en la mayoría de estos experimentos los llamados mendigos suelen solo ayudarse entre ellos mismos, porque son precisamente ellos los que conocen su situación de vida.
Ante esto hago un llamado a la sociedad, a cada uno de los individuos y exhorto a la capacidad de sensibilizarnos y de nos prejuzgar a estas personas que no sabemos nada de su historia de vida. Exhorto a también la necesidad de la política de ampliarse en cuanto a este tema, a la ayuda que desde lo público y lo social puedan brindarles a este tipo de personas que la mayoría tiene problemas mentales y que en muchos países además son niños que pierden su vida en las calles, sin futuro alguno.
Este tema no solo debe ser de interés para la agenda política que tiene gran responsabilidad y debe mirar la situación de sus países en cuanto la pobreza y a las desigualdades sociales existentes al interior de los mismos. También debe ser un tema en la conciencia de cada ciudadano, no significa que tengamos que mantener y darle siempre dinero a este tipo de personas, pero si debe ser una lucha que presione a los estados por el interés y sobre políticas que promuevan con servicios de atención a este tipo de personas. Además existen muchas personas en el mundo que poseen recursos y que su capacidad de ambicionar y tener cada día más capital acumulado no lo hace sensibilizarse ante estas situaciones y crear estrategias y vías que contribuyan al desarrollo social y eliminar estos males. Las riquezas en ocasiones ciegan tanto a las personas que los hacen olvidarse de que existen necesitados y otros que no cuentan con nada. El mundo va una velocidad tan devastadora, y los ricos son más ricos y los pobres son más pobres.