Es cuestión de títulos médicos
La carencia de personal médico en clínicas y hospitales de las regiones de Castilla-La Mancha, en España, específicamente en la especialidad de Ginecología del Hospital Santa Bárbara de Puertollano, se «solucionó» con la contratación de médicos de fuera. En esa situación se hallan tres venezolanos que cumplían con los requisitos mínimos, aunque sin todas las habilidades y con la especialidad sin homologar y una argentina que no cumple con ninguno de los requerimientos anteriores. Así y todo fueron contratados como médicos generales adscritos a ginecología, lo que representa un peligro para la salud, y la posibilidad de un mal diagnóstico que puede acarrear graves consecuencias para las pacientes.
De ahí que el jefe del servicio de Ginecología, en esa instalación, decidió notificar ante las autoridades judiciales correspondientes del asunto. Lo hizo para que no ser responsabilizado, en caso de una supuesta negligencia médica. Por otro lado, el director general de Recursos Humanos, Íñigo Cortázar, confirmó a la prensa local que estos médicos no poseen la homologación de su especialidad por lo que afirma que no han sido «nombrados en la categoría que los convierte en especialistas del área que atienden», sino simplemente como trabajadores asistenciales. En cualquier caso, este subraya que en caso de que se detecte alguna irregularidad, los encargados deberán actuar.
Sobre la doctora argentina, cabe destacar que en la denuncia ante el juez, efectuada el pasado 13 de noviembre del 2017, se aconsejó su «no contratación» al director gerente ya que no cumple con los mínimos requisitos exigidos por el Ministerio de Sanidad, ni por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Y es que esta doctora no sabía realizar ecografías, asistir a las gestantes, por emergencia, al momento del parto, entre otras funciones. Por tal razón el jefe del servicio de Ginecología del Hospital de Puertollano decidió poner en conocimiento al director gerente del centro acerca del resultado de algunas consultas realizadas por la doctora argentina.
En el centro de salud número 4, por ejemplo, a una paciente de 48 años menopáusica, fue vista, únicamente, con un tacto bimanual, y se le citó al año sin realizar otros exámenes que verificaran el estado de sus ovarios, un procedimiento que conllevó un alto grado de negligencia por parte de la especialista. Igualmente, el responsable médico se refirió al criterio del director médico sobre las consultas, cuando afirmó que en Ginecología hacen falta tener en cuenta otros muchos elementos, que no pueden ser correctamente atendidos si no se está bien preparado. Y sin la documentación necesaria la cosa se complica aún más.