'La tumba de las luciérnagas', 30 años después
La tumba de las luciérnagas del año 1988, es una película animada japonesa dirigida por el popular director Isao Takahata. Fue la primera película dirigida por Takahata con el reconocido y seguido Studio Ghibli y el tercer largometraje del estudio que se ha convertido en la meca del cine de animación de todos los tiempos. Este filme es considerado, junto a La lista de Schindler de Steven Spielberg y El pianista de Roman Polanski, como una de las mejores películas antibelicistas de todos los tiempos, y una verdadera obra maestra del cine de animación.
Hotaru no Haka es el título original de esta película de animación de Isao Takahata, uno de los socios de Studio Ghibli y también uno de sus fundadores junto con Hayao Miyazaki, creadores de obras como La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro o El castillo ambulante. Basada en la novela homónima de Akiyuki Nosaka, esta película se centra más en la destrucción de las familias durante la guerra, así como en la indiferencia y la apatía ante el sufrimiento que genera en los seres humanos, que en la guerra en sí como suceso. Se habla sobre todo de las emociones que rodean a los niños, personajes principales de una historia que muestra el lado más descarnado y brutal de un conflicto.
La tumba de las luciérnagas ofrece una excelente visión de la cultura de Japón, donde las necesidades particulares del individuo no se consideran tan importantes como las necesidades de la familia y la nación.
Todo un clásico de la animación de la factoría japonesa Ghibli, que cuenta entre sus virtudes con una excelente realización y un dibujo que ha marcado importantes pautas para creadores de todo el mundo. Una historia de supervivencia que obtuvo excelentes críticas en todo el orbe. La crítica estadounidense se refirió a ella como: "Una película obligatoria para todo aquel que duda de que el cine de animación pueda contar historias realmente serias y profundas. Una maravillosa trama que te romperá el corazón. Refleja lo que desafortunadamente sucede en la vida día tras día: estamos tan preocupados por nosotros mismos y nuestro propio bienestar, que creemos que si alguien necesita nuestra ayuda en tiempos difíciles nos vamos a ir a la ruina”.
Akiyuki Nosaka, el autor de la novela que sirve de base al filme, nació en 1930 en la ciudad de Kamakura, situada en la prefectura de Kanagawa. Su nacimiento causó una grave enfermedad a su madre, que, por ello, no podía hacerse cargo de los pequeños y la familia se trasladó a vivir con su tía; a pesar de ello, su mamá se recuperó y la familia tuvo otra pequeña, Keiko. En el año 1945, finales de la Segunda Guerra Mundial durante los intensos bombardeos estadounidenses a varias ciudades de Japón, su padre murió y su madre nuevamente enfermó de gravedad. Poco tiempo después, su hermana también falleció a causa de la malnutrición. Un tiempo oscuro que entre bombas y hambrunas, Japón vivió sus días más tristes quedando como recordatorio las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Sobre sus vivencias durante este período de la historia, se basó su obra homónima, La tumba de las luciérnagas, un retrato de una sociedad que llegó a niveles profundos de dolor y miseria humana.