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miércoles, 31 de enero de 2018

Puidgemont, un presidente «holograma»

Por Matraquito91

Algunos medios de prensa del mundo se han encargado, últimamente, de nombrar a Carles Puidgemont como un presidente «holograma», ya que el líder independentista pretende gobernar su terruño sin estar presente en el mismo. De hecho, el Parlamento catalán, en Barcelona, permanece vacío, y su candidato a presidente exiliado en Bruselas (Bélgica), desde donde pretende cumplir con sus funciones y responsabilidades.

Ahora, lo que sí permanece abierto es la posibilidad de que Puigdemont pueda avanzar en el camino trazado por el Tribunal Constitucional y solicite al juez Pablo Llarena que le autorice a asistir al pleno de investidura que según, noticias de última hora, fue aplazado sin fecha concreta, después del auto dictado por el Constitucional donde se prohíbe dicha acción si no es presencial y con permiso del magistrado.

Este y otros muchos inconvenientes viene enfrentando el «procés» español a partir de que fuera acusado por el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, por delitos de prevaricación, desobediencia, malversación, sedición y rebelión. En ese sentido, conviene diferenciar los de prevaricación, desobediencia y malversación de los de sedición y rebelión, los cuales resultan más graves y cuestionables.

No obstante, el presidente de la Generalitat rechaza, firmemente, que pueda ser inhabilitado y suspendido de sus atribuciones, por su papel en la preparación del referendo del 1 de octubre pasado. Sus firmes convicciones nacionalistas se hacen más y más visibles cuando se ahonda en su pasado. Puidgemont es el segundo hijo de una familia de ocho hermanos. Nieto e hijo de pasteleros, este se crió en un entorno donde el esfuerzo y el trabajo constituían valores esenciales para sobrevivir.

De pequeño, Carles quería ser astronauta, como la gran mayoría de esa generación que observaba perpleja, en televisión, como los hombres llegaban al espacio. Pero tras superar esa fiebre infantil, el que sería tiempo después alcalde de Gerona, se inclinó por el periodismo y esa profesión lo llevo hacia el terreno político.

En ese escenario Puidgemont se destacó, desde muy joven, por su activa participación, que le valieron para convertirse diputado de la VIII, IX y X legislaturas del Parlamento de Cataluña por «Convergència i Unió» y en la XI legislatura por «Junts pel Sí». Hasta que en el 2016 se afilió a Convergencia Democrática de Cataluña, siendo desde entonces, miembro de su partido sucesor, el Partido Demócrata Europeo Catalán.

Desde ese puesto fue que el ex presidente catalán tuvo enfrentarse a muchos legisladores, quienes optaron por la reapertura del Parlamento, luego de ser disuelto por el gobierno español tras la controvertida declaración de independencia, firmada el 10 de octubre pasado, y convocando a elecciones anticipadas en Madrid para diciembre del año pasado.

Ahora los tres partidos separatistas de la región volverán a gobernar después de haber ganado 72 de los 135 escaños disponibles, suficiente para formar una coalición, si es que pueden conseguir una.