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miércoles, 28 de febrero de 2018

El odio al ejercicio no es solo culpa tuya

Por Aisha

El ejercicio regular es un hábito conocido por promover una salud óptima. Tal vez lo odies o tal vez lo ames. Pero, es uno de las prácticas más valiosas y útiles que podemos tener en la vida, aunque a veces necesitemos un remolque que nos conduzca directo al gym. Sí haces ejercicio de forma constante, definitivamente sabes a lo que me refiero. Si aún no has logrado ser muy activo en tu rutina diaria quizá no es tu culpa. Es posible que tenga que ver con tu personalidad y por el simple hecho de cómo eres.

 

No debemos olvidar que el ejercicio puede ser una receta para algo más que bajar de peso.

Resulta curioso que pese al bombardeo de información sobre los numerosos beneficios que brinda el ejercicio, tanto para la salud como para el estado de ánimo, todavía muchas personas no hacen ningún tipo de entrenamiento físico.

A juicio de algunos expertos en entrenamientos físicos y ejercicios de alto rendimiento, aquellos a los que les cuesta decidirse por los abdominales, el spinning, el fitness o cualquier modalidad, puede deberse a una condición o predisposición genética ligada al somatotipo de cada persona.

Para alguien endomorfo es mucho más difícil cualquier actividad física que para una persona del grupo ectomorfo o mesomorfo. Eso hace que tengan más predisposición a llevar una vida más perezosa. Si hacen ejercicio es más por una recomendación médica.

Pero, ¿qué es endomorfo, ectomorfo o mesomorfo? Son los somatotipos de cada cuerpo.

Por ejemplo, los individuos endomorfos tienen tendencia al sobrepeso por el ritmo metabólico tan lento y acumulan grasa con facilidad. Suelen estar por encima del peso medio de la población.

En cambio, los individuos pertenecientes al tipo somático ectomorfos, suelen ser delgados con extremidades largas, igualmente su estructura ósea es delgada.

Están por debajo del peso considerado “normal” y tienen dificultades para ganar peso. Su metabolismo es acelerado, aprovechando muy poco de los alimentos ingeridos.

Enfocándolo desde el punto de vista del culturismo, la ventaja de esto es que los ectomorfos no han de seguir una dieta muy estricta y ni tan siquiera hacer ejercicio aeróbico para mantener su cuerpo bajo en grasa, sin embargo el gran inconveniente es la dificultad que igualmente tienen para ganar músculo.

Cada gramo de músculo ganado será con gran esfuerzo, y habrá de esforzarse tanto (o más) por comer y seguir una dieta que le permita crecer como por el entrenamiento propiamente dicho.

Por último tenemos el mesomorfo. Etimológicamente, “meso” quiere decir “medio”; precisamente este tipo somático es un punto medio entre los otros dos. A quienes tienen este biotipo les resulta más fácil tener una figura atlética.

Los mesomorfos son propensos a desarrollar con más facilidad la masa y tonificación muscular, así como la fuerza. Quienes practican el fisicoculturismo explican que este tipo de personas tienen un cuerpo en forma de V (hombres) o de reloj de arena (mujeres).

Su metabolismo es regular y no deben seguir dietas estrictas para mantenerse en forma, aunque deben vigilar más su peso ya que la tendencia a acumular grasas es mayor que en el caso de los ectomorfos. Tienden a ser musculosos y atléticos por naturaleza.

En fin, que teniendo en cuenta estos aspectos, los estudiosos afirman que puede ser normal ser físicamente “flojos”.