En el desorden está la inteligencia
Si siempre has sido un desordenado con tus cosas, tu cuarto o tu puesto de trabajo, estás acostumbrado a irte a dormir a altas horas de la noche, o dices muchas malas palabras, no te sientas tan mal. La ciencia afirma que quienes padecemos de estos “males” no somos un “verdadero desastre” cómo nos diría nuestra abuela, sino que tenemos un ¡elevado coeficiente intelectual! De acuerdo con un estudio científico publicado por ScienceDirect, las personas inteligentes tienden a dormir más tarde, hablar malas palabras y ser más desordenadas.
La investigación mostró, incluso, que quienes insultan o maldicen un mayor número de veces por minuto también representan la puntuación más elevada en un test de coeficiente intelectual.
Asimismo, los desordenados también tienen mayor inteligencia, según afirman. ¡Eso dice la ciencia!
La explicación sugiere que, si pasamos mucho tiempo limpiando y organizando todo a tu alrededor, tu mente estará ocupada con cosas menos importantes que aprender.
Además, se observó que contrario de lo que mucha gente imagina, un ambiente desordenado lleva a un flujo de trabajo más creativo.
El estudio también abarcó los aspectos distintivos de las personas con una inteligencia emocional elevada.
Este tipo de agudeza pondera aquellos aspectos de la persona que se vinculan con el manejo de las emociones y la empatía, y agrupa conceptos que pertenecen al mundo de los sentimientos.
Para los investigadores las personas con altos índices de inteligencia emocional son empáticos y pueden colocarse en los pies del otro sin dificultad alguna, perciben los sentimientos y las emociones del resto del mundo con solo una observación en derredor.
No son perfeccionistas, ni dedican más tiempo del necesario para realizar cualquier tarea. Por tanto no tienen miedo de cometer errores y tienen activada la posibilidad de una vida más relajada y un aprendizaje profundo de cada experiencia.
Conocen muy bien lo que significa una vida equilibrada, de manera que son capaces de marcar prioridades de acuerdo a sus deseos y a lo que el contexto les sugiere en cada caso.
Por ejemplo, duermen lo suficiente, se alimentan de forma adecuada y contemplan sus propios intereses además de los ajenos.
Viven el hoy y disfrutan o sacan experiencia de todos los acontecimientos que se les presentan en su vida aunque se trate de situaciones negativas.
En general, no se estancan en el pasado sino que tienen su mente y su corazón abiertos a lo que pueda llegar en un futuro.
Como no temen equivocarse, los desafíos son su devoción y se lanzan a ellos con seguridad y convicción.
Fluyen con los cambios que se les presentan en la vida cotidiana y se animan a modificar aquello que les desagrada.
Muy importante, las personas con una alta inteligencia emocional, saben escuchar. Aunque no le teman a los cambios ni abracen las perfecciones, están bien abiertos a los mensajes que les brindan el resto de sus semejantes.
Igualmente están abiertos al entorno natural que les rodea y se alimentan de lo que le ofrece el mundo circundante.
Además, se quieren y conocen a la perfección. Saben de sus fortalezas y admiten las debilidades. Conocen cómo resolver situaciones problemáticas de manera sencilla y sin demasiado drama, características estas que suelen potenciarse con los años.