Lavrov: un grupo de países quiere desintegrar a Siria
El canciller de Rusia, Serguei Lavrov, denunció desde la capital china que un grupo de naciones busca desintegrar a Siria a través de ataques de carácter bélico, a la vez que acusó a Estados Unidos de estar intentando perpetuar su presencia en el territorio del país árabe, al mantener allí sus tropas.
Al término de una reunión en Beijing con sus compañeros de los países miembros de la organización de Cooperación de Shanghái, Lavrov afirmó “hay un grupo de países que tiene como objetivo lograr la desintegración de Siria”.
Asimismo, recordó que Estados Unidos había jurado que su único propósito era el de expulsar a los terroristas de Siria y acabar con el autodenominado Estado Islámico, aunque en la práctica “se está afianzando en la ribera oriental del Éufrates, no planea retirarse y crea allí organismos del poder locales, con el apoyo del presidente francés, Emmanuel Macron ”.
Por otra parte, al referirse al proceso de estabilización en el país árabe, el canciller ruso indicó que eso llevará “algún tiempo”, e hizo énfasis en la necesidad de “respetar la soberanía e integridad territorial” de Siria, y consideró “preocupante” el anuncio de que Occidente se negara a proporcionar ayuda a aquellas zonas controladas por el gobierno del presidente Bashar al Asad.
En sus declaraciones, el jefe de la diplomacia rusa condenó nuevamente el reciente bombardeo conjunto de Estado Unidos, Francia y el Reino Unido contra Siria, en represalia por un supuesto ataque químico ocurrido el 7 de abril en la ciudad de Duma.
Precisamente, este martes, en conferencia de prensa conjunta de Trump y Macron, el mandatario estadounidense dijo que deseaba retirar a los soldados de su país que estaban en Siria lo antes posible, aunque aseguró “volveremos a casa, pero queremos dejar una huella fuerte y duradera”.
Por otra parte, Lavrov criticó la declaración conjunta de Toronto, en la cual los cancilleres del G7 acusaron a Rusia de tener una “conducta desestabilizadora”, y amenazaron con endurecer las sanciones económicas contra su país a menos que cumpla con los acuerdos de Minsk sobre el conflicto en el este de Ucrania.
En ese sentido, el canciller ruso dijo que esa cita del G7 tuvo un “obvio contexto rusófobo”, y agregó “vamos a defender nuestra postura a la espera de que los colegas entiendan que semejante política no tiene futuro y lleva a un callejón sin salida”.
