Roma encontró la vacuna antibarça
La Roma perdía por 4-1 cuando los capitalinos escucharon en el Estadio Olímpico el sonido que indicaba ir al combate. Como fieles guerreros, atacaron la instalación tal fuese un coliseo y con uñas y dientes se aferraron a todo para convertir lo imposible en realidad. No hubo utopías para un grupo que se unió para frenar el impulso de un poderoso minimizado como nunca.
En el partido de vuelta, los goles de Edin Dzeko, Daniele De Rossi y Kostas Manolas les ayudaron a los romanos a remontar y a hacer historia. El Barcelona sufrió una llamativa e inesperada derrota 3-0 para quedar eliminado en la ronda de cuartos de final. Una vez más, como si todo se tratase de un pacto con el destino.
Kostas Manolas anotó el gol tardío que supuso el jaque mate para un Barcelona que sumó su primera y única derrota en la Champions de esta campaña. Las redes se mecieron y las esperanzas de millones tocaron fondo.
Perdiendo 4-1 después del partido de ida, Roma se adelantó en la noche europea luego de seis minutos, cuando el bosnio Edin Dzeko se aferró a un pase de largo de Daniele de Rossi para superar a Umtiti y batir a Marc-André ter Stegen.
El 3-0 impensado sirvió para un global de empate a cuatro goles en el cual prevaleció 4-4 el gol doble de fuera de casa. Los líderes de LaLiga han salido de Europa en cuartos en cada una de las últimas tres temporadas desde que ganaron la competencia en 2015. Y aunque siguen a 11 puntos de ventaja en la parte superior del torneo doméstico y tienen una final de la Copa del Rey contra el Sevilla para este mes, nadie puede enmascarar la desilusión en Roma. Adiós al triplete soñado.
De Rossi duplicó su ventaja en el 58 desde el punto de penalti luego de que Dzeko fuera derribado en el área al comienzo de la segunda mitad y Manolas aseguró el puesto de Roma entre los últimos cuatro.
Roma se une al Liverpool, que venció 2-1 a Manchester City en la vuelta y ambos conjuntos esperan por los vencedores de las eliminatorias entre Bayern Munich- Sevilla y Real Madrid-. Juventus. Tras este aluvión de detalles inesperados, nadie debe especular ni dormirse en la cancha. No hay enemigo pequeño.
