Samuel regresó a su patria
Samuel Prada, conocido entre sus compañeros como Baran Galicia tenía apenas 24 años de edad y residía en Andorra la Vella desde los seis años junto a su progenitora. En el verano del 2017, tras una experiencia que pasó como cooperante en la atribulada región kurdosiria norteña, el joven decidió enlistarse en las Milicias de Protección del Pueblo, la fuerza kurda que ha servido a Occidente para ayudar a vencer al autodenominado Estado Islámico en varias ciudades sirias como Kobane y Raqqa.
El cuerpo de Samuel Prada León, el orensano muerto por un bombardeo turco en el norte de Siria el pasado 10 de febrero, llegará este 17 de abril a Andorra tras varias semanas de gestiones coordinadas por el propio Ministerio de Asuntos Exteriores español.
Beatriz Prada, madre del combatiente, el primer español muerto en las filas kurdas, declaró en exclusiva a EL MUNDO que es un alivio que le devuelvan el cuerpo de su hijo ya que dentro del dolor queda aliviada y agradecida a todos los que han trabajado para rescatar el cadáver de Samuel.
Samuel había planificado regresar a casa en el mes de febrero pasado pero le fue imposible cumplir su promesa. Según el parte forense, que la madre se reconoce incapaz de leer, Samuel León murió por el impacto de uno de los misiles lanzados por la aviación turca durante la operación conocida como Rama de Olivo que se inició el 20 de enero pasado, por orden del presidente turco Erdogan, para expulsar a los kurdos de la región de Afrín, considerada por la propia Turquía como una amenaza para su seguridad.
Turquía ya había advertido de antemano que no distinguiría a los combatientes, pese a que las Milicias de Protección del Pueblo están participadas por cientos de ciudadanos de países aliados de Ankara, y son apoyadas sobre el terreno por los propios EEUU.
Baran Galicia había integrado un amplio grupo de milicianos occidentales que había acudido a Afrín para hacer frente a las tropas turcas y a numerosas brigadas opositoras árabes socias. Según explicaron a EL MUNDO fuentes sobre el terreno, Samuel Prada murió en la localidad de Yandaris junto al francés Olivier François Jean Le Clainche.
La situación de Afrín, en la zona más noroccidental de Siria, difícilmente accesible y en plena guerra, complicó en demasía la identificación como la devolución del cuerpo del joven combatiente. Según explicaron fuentes de Exteriores, primeramente el cadáver fue trasladado a Erbil, tras cruzar la frontera con Siria. La Segunda Jefatura en Bagdad se trasladó a esa ciudad para proceder al reconocimiento del cadáver y a la toma de huellas dactilares para que pudieran ser analizadas por la Unidad Central de Identificación de la Policía Nacional.
Tras confirmarse la identificación, señalan las mismas fuentes, Bagdad, en coordinación con la sede de la Embajada española en el Líbano, gestionó la posterior documentación y el acompañamiento del féretro hasta la localidad de Andorra. Este domingo, 22 de abril, se celebrarán sus exequias fúnebres en la iglesia de Escaldes, en el horario de las 11 de la mañana, en una ceremonia abierta al público. Posteriormente, el cuerpo de Samuel, recordado por todos los que lo conocieron como un chico trabajador y comprometido, será incinerado.
Beatriz, su madre, agradeció especialmente al Ministerio de Exteriores español, al cónsul español en Andorra, a la propia policía andorrana y al resto de actores implicados en la repatriación de Samuel.
