Ser nocturnos puede llevarnos a una muerte temprana
Resulta bien sabido que las personas que son más activas por las noche, o sea, las que salen hasta las tantas y que prefieren hacerlo cuando el sol se esconde, corren un mayor riesgo de padecer diferentes problemas de salud, algunos de los cuales pueden llegar a ser importantes. Precisamente, un estudio publicado por la revista científica Chronobiology International reveló cuáles eran estos riesgos para aquellos que el cantautor guatemalteco Ricardo Arjona llamó «animales nocturnos» en una de sus canciones. Y van a sorprenderse de los resultados de dicha indagación. Del tiro hasta querrás acostarte temprano cada noche.
Y entre ellos se hallan enfermedades cardiovasculares, mayores tasas de obesidad y tabaquismo, trastornos psiquiátricos y un incremento general del 10 % del riesgo de una muerte prematura, es decir, el fallecimiento de una persona que entendemos que por su edad todavía no debería morir y que no lo hace por causas de envejecimiento natural.
Para descubrir esto, los investigadores del estudio analizaron a 504 642 individuos de entre 37 y 73 años en el Reino Unido. Al comienzo, evaluaron a los participantes del estudio entre el 2006 y el 2010 y luego realizaron un seguimiento por casi siete años. Así pudieron determinar si los participantes se identificaban como personas madrugadoras o noctámbulas.
Asimismo, los autores de la investigación definieron cuatro categorías: madrugadores, personas que preferían de manera moderada las mañanas, noctámbulos y personas que optaban de forma moderada las noches.
Entonces, resultó que el 27 % de los encuestados se identificaron como madrugadores; el 35 %, con el segundo grupo; el 28 %, personas con una tendencia a elegir la noche para desarrollar sus actividades y el 9 %, noctámbulos por completo.
Además, unido al aumento del 10 % en el riesgo de muerte en comparación con los madrugadores, cuanto más fuerte se identificaban las personas con la noche, mayor era el riesgo de una variedad de condiciones médicas que deteriorarían su estado de salud.
Y es que los noctámbulos tienen casi el doble de riesgo de sufrir trastornos psicológicos, un 30 % más de peligro de padecer de diabetes mellitus, un 25 % más de riesgo de afecciones neurológicas, un 23 % más de riesgo de trastornos gastrointestinales y un 22 % más de riesgo de trastornos respiratorios, o sea, que tendrán bastantes afectaciones en su salud a causa de este habito.
Además, los tipos se definen por un reloj corporal interno, denominado cronotipo o ritmo circadiano, el cual determina cuándo nos sentimos más despiertos durante el día o, al contrario, con más sueño.
