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lunes, 7 de mayo de 2018

Una delgada capa que multiplica la vida

Por Anitaa

En el suelo se multiplican miles de formas de vida, la mayoría invisibles para nuestros ojos. Una hectárea de tierra fértil puede contener más de 300 millones de pequeños invertebrados: insectos, arañas, lombrices y otros animales diminutos. La tierra que cabe en una cuchara puede encerrar un millón de bacterias, además de cientos de miles de células de levaduras y pequeños hongos. Todas las sustancias que forman el suelo son importantes por sí mismas, pero lo fundamental es el equilibrio adecuado entre los diferentes constituyentes.

 

La materia orgánica y los microorganismos aportan y liberan los nutrientes y unen las partículas minerales entre sí. De esta manera, crean las condiciones para que las plantas respiren, absorban agua y nutrientes y desarrollen sus raíces. Lombrices, bacterias y hongos también producen humus, que es una forma estable de materia orgánica. El humus retiene agua y nutrientes y ayuda a prevenir la erosión.

El manejo sostenible del suelo debe estimular la actividad de los microorganismos, manteniendo o aportando una cantidad adecuada de materia orgánica.

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó sobre la contaminación de los suelos y sus amenazas para la alimentación y la salud.

En la apertura de un simposio mundial sobre el tema en la sede del organismo internacional en Roma, fue presentado el informe “La contaminación del suelo, una realidad oculta”.

El documento señala los vacíos informativos existentes sobre esta materia y menciona casos como el de Australia donde existen unos 80 mil emplazamientos que sufren la contaminación del suelo; fenómeno presente en el 16 por ciento del correspondiente a China.

La directora general adjunta de la FAO, Maria Helena Semedo, destacó en la apertura del encuentro que “la contaminación de los suelos afecta a la comida que comemos, el agua que bebemos, el aire que respiramos, y la salud de nuestros ecosistemas”.

El potencial de los suelos para enfrentar la contaminación es limitado, dijo, al tiempo que se refirió a la labor preventiva como una prioridad para todo el mundo.

En opinión de los organizadores del evento, el simposio es un primer paso para aplicar las Directrices Voluntarias para la Gestión Sostenible de los Suelos en cuanto a la prevención y reducción de sustancias nocivas.

El objetivo del encuentro es acopiar evidencias científicas para tomar decisiones y apoyar acciones para una mejor prevención, reducir la contaminación y en particular mejorar la inocuidad alimentaria y la nutrición, entre otros aspectos.

La contaminación afecta el metabolismo de las plantas, reduce los rendimientos y provoca que los productos no sean aptos para el consumo, en tanto puede ser causada por la presencia de sustancias químicas peligrosas y productos farmacéuticos como antibióticos, entre otros.

En la mayoría de los casos, el fenómeno se produce por la actividad humana, a través de labores industriales y mineras, pero también por la gestión deficiente de desechos domésticos, plaguicidas, herbicidas y otros tantos.