Atardeceres complicados: ¿Cómo evitarlos?
Algunas de las personas que padecen Alzheimer, más allá de las afecciones propias de la enfermedad, sufren también de lo que se conoce como síndrome vespertino. Se trata de un serie de afectaciones que se vuelven más agresivas durante las horas de la tarde, cuando ya El Sol se está escondiendo.
El Alzheimer es una enfermedad es un trastorno degenerativo que afecta numerables dimensiones de nuestro organismo. Presenta síntomas a nivel psicológico, en la esfera cognitiva y en el comportamiento, cuestiones que afectan la funcionalidad motora de los pacientes, haciendo sumamente difícil la vida diaria de los mismos.
"Casi todas las personas con demencia presentarán uno o más síntomas del comportamiento psicológico en el transcurso de su enfermedad, entre estos: agitación, depresión, apatía, preguntas repetitivas, sicosis, agresividad, problemas del sueño, deambulación y comportamiento socialmente inapropiados. Estos producen elevado estrés en los familiares, incrementan los costos de atención. Son además, causas de mayor morbilidad, mortalidad, estancia hospitalaria e internación precoz en hogares de ancianos", asegura el doctor en Ciencias Juan J. Llibre Rodríguez, quien labora como profesor e investigador titular del Grupo de Estudios del Alzheimer en Cuba.
El profesor nos comenta igualmente cómo podemos ayudar a nuestros familiares en las horas más tardías del día, donde la poca luz les provoca confusión. Otra de las causas que podría estar interviniendo en este proceso es la no satisfacción de las necesidades básicas, como hambre o sed o mantenerse acostado por más tiempo de lo recomendado.
Por ello los especialistas recomiendan, mantener a nuestros familiares con Alzheimer en habitaciones donde no estén presentes muchas personas. Los podemos distraer igualmente con una serie de televisión o una tarea fácil. Es necesario convertir el momento del atardecer en un momento tranquilo, feliz y de relax. Otro método que ayudaría el paso del día a la noche, es cerrar las ventas o las cortinas que rodean la casa, para minimizar las sombras que pueden causar mucha confusión a los pacientes.
A los cuidadores les recomendamos tener mucha paciencia, estar atentos a las reacciones y los comportamientos de los familiares y enfrentar cualquier reacción agresiva o brusca con buenas dosis de cariño y compresión.
