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martes, 4 de septiembre de 2018

Dragonfly crea un conflicto en Google

Por G_nkerbell

Este debatido proyecto lleva a preguntarse seriamente qué ha cambiado desde el año 2010, cuando la propia Google decidió retirarse de China debido a la fuerte política de censura de Pekín. Entonces, salio a la luz que un grupo de 'hackers' había intentado conseguir acceso a los correos electrónicos de Gmail de diferentes activistas de los derechos civiles, entre otras actividades. A pesar de haber abandonado de manera oficial el país la compañía decidió mantener aplicaciones de traducción y gestión en este gran mercado, para lo que el año pasado además anunció un centro de investigación.

El consejero delegado de la millonaria Google, Sundar Pichai, defendió en una reunión su bastante controvertido proyecto de noticias y buscador en China, cuyo nombre en código es 'Dragonfly', luego de recibir una carta en contra firmada por alrededor de 1.400 empleados.

Nuestra misión es organizar la información de todo el mundo, recordó Pichai, y añadió que China representa un quinto de la población de todo el orbe. Mientras, su mercado en usuarios de la red de redes, Internet, cuenta con la impresionante cifra de 772 millones. "Tenemos un impacto muy positivo cuando participamos en las sociedades del resto del mundo, y no veo ninguna razón real de por qué tendría que ser totalmente diferente en China", intentó razonar el consejero delegado de la casi omnipresente empresa en clara referencia al proyecto 'Dragonfly', cuya ética cuestionan duramente sus empleados.

En su carta, los trabajadores señalaron que la industria ha entrado en una nueva era de mayor responsabilidad: las decisiones que tomamos influyen en una escala global. Hasta ahora sólo hemos sabido sobre el conflictivo proyecto 'Dragonfly' a través de las noticias de los primeros días de agosto". En ellas, se describía la creación de una aplicación para teléfonos móviles de búsqueda y noticias que bloqueará el acceso a todos los medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos que no cuenten con el visto bueno del gobierno chino.

Esta disputa interna se produce poco después de las protestas de los trabajadores de la multinacional por la participación de la compañía en un proyecto del Pentágono para emplear inteligencia artificial. Tras las quejas, Google se comprometió a no renovar su acuerdo con el departamento de Defensa y emitió una serie de principios de carácter ético para desarrollar la inteligencia artificial sólo en misiones con un marcado peso en el "beneficio social", que no provocasen ningún tipo de perjuicio a persona nación alguna y siempre de acuerdo con las leyes vigentes de derechos humanos. En este caso, los empleados sostienen que regresar a China violaría de manera clara estos principios.

Sin embargo, esta batalla de Pichai para intentar convencerles sólo parece el principio de una larga guerra. En caso de que consiga su propósito, tendrá que presentar su proyecto de esta aplicación censurada a las propias autoridades de Pekín. Si estas se lo aprueban, comenzará la verdadera batalla con el gigante local, Baidu, que poseía el 76% del mercado chino antes de que Google se marchase en el año 2010.