Adiós, reválidas
El mismísimo presidente (aún en funciones) Mariano Rajoy ha recortado la alargada sombra del exministro Wert y ha anunciado que eliminará las reválidas que establecía la LOMCE, la Ley de Educación repudiada por gran parte de la comunidad educativa. La noticia ha llegado durante la sesión de investidura y ha sido anunciada por el líder popular. Parece pues que quedamos a la espera de un nuevo pacto por la Educación. Tiene pinta que las manifestaciones masivas de ayer y la huelga de alumnos y profesores han surtido efecto y han logrado aniquilar unos exámenes que eran necesarios para obtener los títulos de la ESO y Bachillerato. Pero, ¿tenía sentido la huelga estudiantil?
El viernes pasado, Ciudadanos ya anunció en un comunicado un pacto firmado con el PP que contemplaba dejar sin efectos los odiados exámenes de fin de ciclo. Sí que es cierto, por otro lado, que el Partido Popular aún no había confirmado el compromiso con el partido naranja, y las manifestaciones podrían haber empujado a Rajoy a comunicar la decisión en la sesión de investidura. Quizá quiere ganarse a la sociedad, descontenta ante la perspectiva de una nueva legislatura popular, o lo hace para cortejar al Partido Socialista, que exigirá reformas a cambio de la abstención.
La Ley educativa de Wert era caldo de cultivo para una aversión cada vez mayor contra el partido azul. Es una de las leyes más polémicas, cuestionada en todas y cada una de las comunidades autónomas, inclusive en las que gobierna el Partido Popular. Una petición en Change.org pedía la retirada de las famosas reválidas, y los alumnos pusieron ayer el pie en la calle para exigir una reforma integral de la educación. Parece ser que las reválidas no serán necesarias para conseguir el título de la ESO o Bachillerato, pero sí para poder acceder a la universidad.
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